jueves, 3 de julio de 2008

Resolviendo la ecuación de vivir...

(Sugiero leer la sinopsis de la película Aritmética Emocional antes de empezar a leer el artículo http://www.golem.es/aritmeticaemocional/ )




"TODOS LOS HOMBRES MUEREN, PERO POCOS VIVEN REALMENTE"
(Corazón Valiente)
¿Cuántos muertos en vida conoces?
...¿vives o estás muerto en vida?

Si la vida es una ecuación compuesta de varias variables
y consideramos que los recuerdos son una de ellas,
¿cómo influyen?


La peli Aritmética Emocional, toca el tema del impacto que tienen en el presente las variables: "pasado y futuro" sabiendo que:


PASADO y FUTURO son partes de un mismo ciclo vital,
pero el primero ya no cambia, es como fue,
se mueve en el terreno de lo incontrolable y de los recuerdos;
mientras que en el segundo, aún, todo puede ser,
hay esperanza, ilusiones y expectativas, pero todavía, no es.

Jakob Bronski durante varios años protege en un campo de concentración a Melanie y Christopher, formando un vínculo estrecho y profundo entre ellos, a tal punto que Jakob logra convencer de que lo manden a él a Auschwitz en lugar de a los niños.
Antes de partir, les da un libro para que continúen la labor que él realizaba como "censador" de todos los dramas y horrores que se vivían. Les pide que escriban TODO, para que no quede nada sin registrar y en el futuro NO SE OLVIDE lo que pasó y se DÉ A CONOCER LA VERDAD...
Y sucede algo curioso que muestra:
  • En primer lugar, que una misma frase escuchada por varias personas en el mismo instante es comprendida y asumida de maneras totalmente diversas.
  • En segundo lugar, de todas las palabras/frases que se escuchan a lo largo de la vida, me atrevo a afirmar que la mayoría de lo que se oye se olvida, pero queda esa minoría que cala el alma, haciendo incluso que tu vida tome un determinado giro.

Así pues, Melanie por su personalidad y profunda admiración a Jakob se toma en serio las palabras... Su vida queda marcada no sólo por las atrocidades vividas, sino porque vuelve esa frase su profesión, su misión y su sentido de vida.

Ella se obsesiona por conocer todos los detalles, anotarlo todo, guardar archivos con información de las víctimas y sobrevivientes. Su vida comienza a desfasarse de la realidad, trasladándose a vivir entre dos peligrosos mundos:
  • El mundo del pasado, de los dramáticos recuerdos de las víctimas.
  • El mundo del falso futuro, que se ilusiona con la pretensión de ser capaz de lograr un reencuentro perfecto e idealizado con los seres queridos arrancados por la Guerra.
Al escaparse a esos dos mundos ella no puede VIVIR, ni dejar VIVIR.
Incluso su esposo dice que siempre han vivido en su casa
compartiéndola con los muertos y sobrevivientes.


Jakob al ser conciente del impacto que tuvieron en Melanie sus palabras exclama con un sentimiento de dolor, arrepentimiento y culpabilidad:

DEBERÍA HABER DICHO: ¡VIVE!



Este caso trasladado a la vida cotidiana de quienes afortunadamente no han vivido una Guerra, aporta una gran lección para saber manejar la variable de los recuerdos en la ecuación de la vida, ya que de una u otra forma todas las personas sufren sus "guerras, traumas y pérdidas"...
La diferencia radicará en conseguir cicatrizar las heridas, aceptar esos recuerdos, pero dejarlos guardados en el cajón que les corresponde: en el cajón de los recuerdos y no colocarlos en el del presente.


Tanto en la vida familiar y profesional se traduciría en:
  • Comunicación asertiva y honesta. El/la otra no tiene bola mágica para saber lo que te gusta ni lo que te molesta, aunque tú creas que eres un/a profesional en lanzar indirectas y hacer carotas, mejor díselo directo y de buenas.
  • Perdón sincero (olvidarse de rencores, recriminar y echar en cara lo cometido hace 11 años, 3 meses, 2 días, 24 segundos, esto es, saber perdonar y empezar de cero).
  • Aceptar el pasado y aprender de éste, pero dejándolo en donde debe estar... en el pasado, esto no quiere decir negarlo o reprimirlo, sino sacar lo mejor de éste.
  • Asumir los cambios que exige vivir el presente.
  • Construir el futuro día a día, disfrutando más de todo lo que se tiene sin centrarse en lo que falta (ver el vaso medio lleno).

Una útilma reflexión, tus acciones puedes ser percibidas como:

  1. Actos desesperados que pretenden olvidar lo inolvidable y viven el pasado en el presente.
  2. Actos siempre expectantes de un futuro "mejor" que no dejan vivir el presente.
  3. Actos libres que se centran en VIVIR.

Entonces,


¿QUÉ DECIDES?

¿QUÉ LUGAR LES DAS A TUS RECUERDOS?
¿CÓMO VIVES TU PRESENTE?
¿VIVES?

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