domingo, 17 de febrero de 2008

Hijos de distintos padres


Es una vergüenza que siga habiendo gente que muere de hambre.

Es una vergüenza para todos, no sólo para los millonarios y ricos, sino para todos los que gozamos de los privilegios de abrir el refri y tener comida, girar una manilla y sacar agua caliente o fría, apretar un botón y encender una luz, tener ganas de ir al baño y contar con ese invento maravilloso que se lleva lo que nos sobra lejos. Se pronosticaba la escasez de alimentos si seguía el crecimiento geométrico de la población, pero no se contaba con que el ser humano sería capaz de modificar genéticamente los alimentos, clonar animales, mejorar técnicas o simplemente producir tantos alimentos.

Es una vergüenza que vendiendo terrenos en la luna, coches que por su valor desarrollarían comunidades, que teniendo avances tecnológicos sorprendes y los excedentes de riqueza espectaculares tanto en la macro como microeconomía, aún haya personas que mueren de hambre, todo incluso mientras un gato recibe la herencia de su dueña. Definitivamente se tiene que hablar con honestidad, a estas alturas de la historia no faltan los alimentos, sino que de hecho, sobran, se tiran a la basura o en otros casos para mantener los precios se destruyen, e incluso se podrían producir aún más. La riqueza no está bien distribuida y los lujos se vuelven ridículos ante el panorama de pobreza que perdura en nuestro planeta.

¿Soluciones?

¿Comunismo, Socialismo, Asistencialismo, Paternalismo?

Como bien se sabe, las ideas comunistas no solucionan nada, promulgan que no habrá diferencias, que todos serán iguales... pues sí, igualmente pobres... menos los agraciados por el Partido. Tampoco se tiene que pensar en dejar de generar riqueza ni privarse de todo para estar igual que los más desfavorecidos, ni se debe quedar con planes meramente asistencialistas – paternalistas, que dan sin ningún esfuerzo ni responsabilidad, a cambio. El problema de la pobreza es muy complejo y no se resuelva sólo con dar de comer.

Solución – es

Si bien es cierto que se necesita dinero para realizar proyectos integrales de educación, salud, nutrición, seguridad, ocio, ocupacional; lo que urge es salir de la indiferencia, que es casi igual o peor que el odio, en el que al menos se siente algo. Se necesita gente valiente, conciente y organizada, porque acabar con la pobreza requiere unidad de esfuerzos para realizar proyectos de desarrollo sostenible – autosustentables, que reconozcan la dignidad de las personas libres y por tanto responsables de forjar sus destinos. Como dicen, no basta darles el pescado, hay que dar la caña y enseñar a pescar... y sobre todo exigiendo algo a cambio y esto no significa, cobrar en dinero.

Solución- es

No se pide que quien puede pagarse sus vacaciones en la luna lo deje de hacer, ni quien vive en una mansión la cambie por una chabola, ni que quien fuma o juega golf deje de hacerlo, ni que vivas llorando diciendo “pobrecitos, ay cómo está el mundo”... Sino que independientemente de lo que ganes, te guste y puedas hacer, piensa que tu realidad no es la realidad, la realidad es mucho más grande... Los gritos de esa gente que muere de hambre, deshidratada o a los 40 porque es la máxima esperanza de vida que tienen, no te piden ni si quiera que cambies tu realidad por la de ellos, sino solamente que los ayudes a cambiar la de ellos, tan sólo que les des esperanza, esperanza al menos para sus hijos. Cada uno según sus circunstancias y posibilidades tiene que sacrificarse un poco sea con tiempo o dinero para desaparecer esta vergüenza humana del siglo XXI. Cualquier colaboración aporta un cambio a la realidad de alguna persona con nombre y apellido, sobre todo que en esos países, el valor de 1 dólar o 1 euro se multiplica, y ya no se diga si se realiza un proyecto integral.

Una nota final... Si tus posibilidades te permiten pensar en poner un negocio en zonas subdesarrolladas, ten cuidado de no confundir generosidad con egoísmo, que tu indiferencia al dolor humano no te lleve a justificar la injusticia de aprovecharte de los más necesitados a cambio de hacerte rico a costas de su sudor. Si decides hacer algo, hazlo con justicia, pensando que cuando te mueras no te llevas tus cuentas bancarias, sé conciente de que detrás de su miseria y rostros sin ilusiones, son iguales que tú en dignidad, sólo en otro lugar y circunstancias son hijos / hijas de otros papás, pero afortunadamente esto no los determina, a veces sólo necesitan un impulso...

¿Tú qué vas a hacer?

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