Una persona que admiro me dijo que siguiera el consejo de San Anselmo:
1. Orden
2. Asiduidad
3. Gusto
4. Medida
Quiero compartirlo porque realmente me hizo pensar que no sólo se aplica para el estudio o para hacer una tesis, sino que para trabajar, para un deporte, para lograr un sueño...
Y es que aunque algunos insistan en que el caos es una forma de orden, la verdad es que el caos enloquece, hace desperdiciar tiempo y logra que el ineficaz hasta se sienta eficaz; un ejemplo es el workaholic que se enorgullece de ser el último en salir de la oficina cuando en realidad lo que pasa es que no se sabe organizar, priorizar ni delegar, o bien, es una justificación para no estar en casa.
Pero ser ordenado no basta, es decir, tener la ropa, el calzado y la raqueta de tenis en perfecto estado y en su lugar, contar con el mejor profe, tener la mejor dieta y una excelente planificación de entrenamientos no te hacen Rafa Nadal. Para ser un gran tenista o lo que quieras, hay que sudar la camiseta, hay que entrenar y no de vez en cuando, sino asiduamente. Así que nuevamente el santo tiene razón...
Ahora bien, el tercer punto es más claro que el agua si te gusta lo que haces lo harás mejor y podrás ser el mejor. En cuanto a esto, existe el complejo de víctima tras el cual muchos se esconden y argumentan que hacen lo que no les gusta porque no les queda de otra, cuando si fueran honestos claro que podrían cambiar, pero han elegido no hacerlo unos por comodidad, otros por miedo al cambio o al fracaso, otros por seguridad económica, otros por conveniencia, etc. Razones hay muchas, pero hay un punto esencia, si te quejas y te quejas y no haces nada por cambiar tu situación, quejarte no sirve de nada más que para amargarte más.
Y finalmente, como diría cualquier anuncio de bebida alcohólica: Nada con exceso, todo con medida. La máxima de oro de Aristóteles del tan necesario, tan olvidado y tan difícil de conseguir: "justo medio". La vida está compuesta de esferas de distintos tamaños y colores, unas dependen de ti y otras no, unas son privadas y otras públicas, pero todas te pertenecen y tienen que estar equilibradas, porque si no, pueden caerse y romperse. No sólo hay que conciliar trabajo y familia, sino muchas otras esferas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario